EL COLOR AZUL
Que el color influye en
nuestros estados anímicos es bien conocido. Que el tratamiento del
color es fundamental en nuestro trabajo es incuestionable. Por ello
consideramos el artículo de Natalie Angier publicado en el
suplemento de El País ( The New York Times International Weekly)
interesante y nos permitimos reproducirlo.
LA PUREZA INQUEBRANTABLE DEL AZUL EN LA NATURALEZA
Para el pintor francés de
estilo fauvista Raoul Dufy, el azul era el único color con fuerza
suficiente para seguir siendo él mismo "en todos sus tonos".
El rojo oscuro parece marrón y el rojo aclarado se convierte en
rosa,decía Dufy, mientras que el amarillo se ennegrece con la sombra
y desaparece con la luz. Pero el azul puede intensificarse o
suavizarse, según el artista, y "siempre será azul".
Los científicos también
han estudiado la física y la química del azul en la naturaleza.
Recientemente, un equipo
presentó el análisis estructural de un fruto deslumbrantemente azul
de la planta africana Pollia condénsala, que podría ser el objeto
más llamativo de la naturaleza terrestre. Otro grupo que trabaja en
la cuenca central de Congo anunció el descubrimiento de una nueva
especie de mono, un acontecimiento infrecuente en la teriología.
Todavía es más raro el fragmento de piel azul brillante que
presentan los monos lesula en las nalgas y el escroto y que destaca
como si fueran unos calzoncillos de neón.
Pollia condénsala
Y no olvidemos los
pantalones vaqueros. "Pára los estadounidenses, los vaqueros
tienen una connotación especial por su asociación con el Viejo
Oeste y un marcado individualismo", afirma Steven Bleicher,
autor de Contemporary color: theory and use, [Color contemporáneo:
teoría y utilización]. "Puesto que se destiñe con el lavado,
cada azul es distinto", comenta Bleicher, profesor de artes
visuales en la Coastal Carolina University.
Según los psicólogos, la
virtud emocional básica del azul es la tranquilidad y la apertura.
Pero también puede implicar frialdad, tristeza y muerte. El origen
del término inglés blues en su acepción de tristeza es incierto,
pero L. Elizabeth Crawford, catedrática de psicología de la
Universidad de Richmond en Virginia, lo atribuye al aspecto del
cuerpo cuando se encuentra falto de energía y de oxígeno. "Los
labios se vuelven azules y la tez adquiere una palidez de ese tono",
dice. "Es lo contrario del cálido enrojecimiento que asociamos
con el amor, la bondad y el afecto", añade.
El hecho de que el azul
pueda transmitir frialdad y tranquilidad es una de las pequeñas
bromas de la naturaleza. La luz azul sé encuentra en el extremo de
alta energía del espectro Visible, y la brevedad comparativa de sus
longitudes de onda explica por qué la fracción azul de la luz
blanca del sol es dispersada con facilidad por las moléculas de
nitrógeno y oxígeno de la atmósfera y por qué el cielo es de ese
color.
Indigo
En la Tierra, los
organismos asumen muchos de sus colores a través de pigmentos,
sustancias químicas que absorben selectivamente algunas longitudes
de onda de la luz y reflejan otras. Los cardinálidos deben sus
plumas llameantes a los carotenoides, unos pigmentos anaranjados que
los pájaros extraen de las bayas e insectos que ingieren. Pero
cuando se trata del color azul, la química. no siempre es una
opción. Los hongos, los cangrejos y los escarabajos pueden ser
cerúleos, dice Richard O. Prum, ornitólogo de la Universidad de
Yale, "pero, por alguna razón, la fisiología vertebrada nunca
ha desarrollado la capacidad de fabricar o utilizar pigmentos
azules".
En lugar del pigmento
azul, los vertebrados, entre otros, recurren a la imaginación. Como
han determinado recientemente Prum y otros, muchos de los azules más
espectaculares de la naturaleza —el plumaje de un arrendajo o un
colorín azules o el verde azulado de la cola de una lagartija— son
estructurales y obedecen a la forma y a la disposición dé sus
elementos subyacentes.
"Cuando se obtiene un
color con pigmento, es una característica del propio material",
explica Silvia Vignolini, física de la Universidad de Cambridge y
principal autora del nuevo artículo sobre la Pollía. "Cuando
se crea color por medio de la estructura, empezamos con un material
transparente, pero al modificar la estructura en solo unos cientos de
nanómetros [una milmillonésima parte de un metro] se altera el
color".
Arándanos
Vignolini cita la analogía
de las pompas de jabón, que al principio son un líquido
transparente y después adquieren tonos diferentes. Los azules
estructurales se consiguen esencialmente a base de membranas de jabón
con la orientación y el grosor justos para emitir siempre un brillo
azul.
Cuando las burbujas tienen
una disposición marcadamente periódica, como los átomos en un
cristal, los azules resultantes poseen el destello que vemos en las
alas de una mariposa Morpho azul o el fruto de la Pollia, aún más
brillante. Vignolini y sus compañeros determinaron que dicho fruto,
del tamaño de una lenteja, desviaba el 30 % de la luz que recibía,
la reflectividad más elevada entre todos los productos biológicos
terrestres que conocemos.
El atrevido revestimiento
azul en realidad es un truco concebido para atraer pájaros y otros
dispersores de semillas sin ofrecer un beneficio nutricional. Y el
ardid no destiñe. "En nuestra colección contamos con algunas
muestras de casi 100 años de antigüedad", dice Vignolini.
"Tienen el mismo aspecto que la fruta actual".
Natalie Angier. El País.
The New York Times International Weekly. Jueves 8 de noviembre de
2012
Más:
GAGE, John. Color y Cultura. Ediciones Siruela. 1993
FABRIS y GERMANI. Color. Proyecto y estética en las Artes Gráficas. Ediciones Don Bosco, 1979
VERDÚ, Vicente. La magia del color azul . El País. Pag. 44. 10/11/2012
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