lunes, 12 de noviembre de 2012

EL COLOR AZUL


EL COLOR AZUL

Que el color influye en nuestros estados anímicos es bien conocido. Que el tratamiento del color es fundamental en nuestro trabajo es incuestionable. Por ello consideramos el artículo de Natalie Angier publicado en el suplemento de El País ( The New York Times International Weekly) interesante y nos permitimos reproducirlo.


LA PUREZA INQUEBRANTABLE DEL AZUL EN LA NATURALEZA
Para el pintor francés de estilo fauvista Raoul Dufy, el azul era el único color con fuerza suficiente para seguir siendo él mismo "en todos sus tonos". El rojo oscuro parece marrón y el rojo aclarado se convierte en rosa,decía Dufy, mientras que el amarillo se ennegrece con la sombra y desaparece con la luz. Pero el azul puede intensificarse o suavizarse, según el artista, y "siempre será azul".
Los científicos también han estudiado la física y la química del azul en la naturaleza.
Recientemente, un equipo presentó el análisis estructural de un fruto deslumbrantemente azul de la planta africana Pollia condénsala, que podría ser el objeto más llamativo de la naturaleza terrestre. Otro grupo que trabaja en la cuenca central de Congo anunció el descubrimiento de una nueva especie de mono, un acontecimiento infrecuente en la teriología. Todavía es más raro el fragmento de piel azul brillante que presentan los monos lesula en las nalgas y el escroto y que destaca como si fueran unos calzoncillos de neón.

Pollia condénsala

Y no olvidemos los pantalones vaqueros. "Pára los estadounidenses, los vaqueros tienen una connotación especial por su asociación con el Viejo Oeste y un marcado individualismo", afirma Steven Bleicher, autor de Contemporary color: theory and use, [Color contemporáneo: teoría y utilización]. "Puesto que se destiñe con el lavado, cada azul es distinto", comenta Bleicher, profesor de artes visuales en la Coastal Carolina University.
Según los psicólogos, la virtud emocional básica del azul es la tranquilidad y la apertura. Pero también puede implicar frialdad, tristeza y muerte. El origen del término inglés blues en su acepción de tristeza es incierto, pero L. Elizabeth Crawford, catedrática de psicología de la Universidad de Richmond en Virginia, lo atribuye al aspecto del cuerpo cuando se encuentra falto de energía y de oxígeno. "Los labios se vuelven azules y la tez adquiere una palidez de ese tono", dice. "Es lo contrario del cálido enrojecimiento que asociamos con el amor, la bondad y el afecto", añade.
El hecho de que el azul pueda transmitir frialdad y tranquilidad es una de las pequeñas bromas de la naturaleza. La luz azul sé encuentra en el extremo de alta energía del espectro Visible, y la brevedad comparativa de sus longitudes de onda explica por qué la fracción azul de la luz blanca del sol es dispersada con facilidad por las moléculas de nitrógeno y oxígeno de la atmósfera y por qué el cielo es de ese color.

Indigo

En la Tierra, los organismos asumen muchos de sus colores a través de pigmentos, sustancias químicas que absorben selectivamente algunas longitudes de onda de la luz y reflejan otras. Los cardinálidos deben sus plumas llameantes a los carotenoides, unos pigmentos anaranjados que los pájaros extraen de las bayas e insectos que ingieren. Pero cuando se trata del color azul, la química. no siempre es una opción. Los hongos, los cangrejos y los escarabajos pueden ser cerúleos, dice Richard O. Prum, ornitólogo de la Universidad de Yale, "pero, por alguna razón, la fisiología vertebrada nunca ha desarrollado la capacidad de fabricar o utilizar pigmentos azules".
En lugar del pigmento azul, los vertebrados, entre otros, recurren a la imaginación. Como han determinado recientemente Prum y otros, muchos de los azules más espectaculares de la naturaleza —el plumaje de un arrendajo o un colorín azules o el verde azulado de la cola de una lagartija— son estructurales y obedecen a la forma y a la disposición dé sus elementos subyacentes.
"Cuando se obtiene un color con pigmento, es una característica del propio material", explica Silvia Vignolini, física de la Universidad de Cambridge y principal autora del nuevo artículo sobre la Pollía. "Cuando se crea color por medio de la estructura, empezamos con un material transparente, pero al modificar la estructura en solo unos cientos de nanómetros [una milmillonésima parte de un metro] se altera el color".

Arándanos

Vignolini cita la analogía de las pompas de jabón, que al principio son un líquido transparente y después adquieren tonos diferentes. Los azules estructurales se consiguen esencialmente a base de membranas de jabón con la orientación y el grosor justos para emitir siempre un brillo azul.
Cuando las burbujas tienen una disposición marcadamente periódica, como los átomos en un cristal, los azules resultantes poseen el destello que vemos en las alas de una mariposa Morpho azul o el fruto de la Pollia, aún más brillante. Vignolini y sus compañeros determinaron que dicho fruto, del tamaño de una lenteja, desviaba el 30 % de la luz que recibía, la reflectividad más elevada entre todos los productos biológicos terrestres que conocemos.
El atrevido revestimiento azul en realidad es un truco concebido para atraer pájaros y otros dispersores de semillas sin ofrecer un beneficio nutricional. Y el ardid no destiñe. "En nuestra colección contamos con algunas muestras de casi 100 años de antigüedad", dice Vignolini. "Tienen el mismo aspecto que la fruta actual".
Natalie Angier. El País. The New York Times International Weekly. Jueves 8 de noviembre de 2012


Más:
GAGE, John. Color y Cultura. Ediciones Siruela. 1993
FABRIS y GERMANI. Color. Proyecto y estética en las Artes Gráficas. Ediciones Don Bosco, 1979
VERDÚ, Vicente. La magia del color azul . El País. Pag. 44. 10/11/2012

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